La reducción en la producción hizo que Guinness no diera abasto para los festejos de San Patricio en Alemania.
Son dos las razones por la que la fiesta de San Patricio no podrá llevarse a cabo en Alemania: la más evidente tiene que ver con la pandemia de coronavirus y los cierres de bares de estilo irlandés, presentes en aquel país. La segunda es la relentización de la producción de la típica cerveza negra irlandesa Guinness con la que cientos de alemanes y alemanas acostumbran a festejar cada 17 de marzo.
La marcada preferencia de la Guinness, junto a la Kilkenny, hace que otras variantes tengan poca fuerza a la hora de competir por llenar los vasos en San Patricio, y, aunque la ruta que recorren los barriles irlandeses para llegar a Alemania ha sido regularizada, son pocos los que arriban, debido al descenso en la demanda que se hizo notar a partir de los cierres de bares.
Como alternativa a la modalidad tirada se puede escoger la Guinness Draught en lata. Sin embargo, bajo el contexto de la pandemia, varios de los insumos requeridos para su envasado resultan difíciles de conseguir y, en consecuencia, el acceso a ella no es simple. Al envasase de esta cerveza se le tiene que añadir un agregado de nitrógeno para lograr una espuma óptima.
En síntesis, la cerveza Guinness intenta permanecer en tierras germanas vendiéndose “al por menor” ya que los tiempos que corren dificultan las condiciones para producirla en mayor escala.
Según la Agencia Irlandesa de Normas Alimentarias Bord Bia el sector de bebidas alcohólicas fue el más percudido por la pandemia de coronavirus. Los productores de aquel país vieron descender sus números un 19%, lo que equivale a una pérdida de alrededor de 1.300 millones de euros, es decir, unos 1.500 millones de dólares.
