Luego de su apertura en 2015, el bar Bluedog inauguró su primera franquicia en el barrio porteño de Villa Urquiza. Con festejos que duraron desde la apertura hasta el cierre del local, la firma celebró su segundo local que se suma al ya ubicado en Palermo.

El martes pasado, las puertas de Bluedog Villa Urquiza, en Bucarelli 2340, se abrieron a las seis y media de la tarde. Veinte canillas de cerveza estaban listas esperando a la gente, que comenzó a llegar alrededor de las siete. Una hora más tarde, el lugar estaba repleto. Grupos de amigos, parejas y compañeros de trabajo realizaban una larga fila dentro del bar para poder acceder a su pinta de cerveza, mientras disfrutaban del Happy Hour extendido durante toda la noche y de la música del DJ en vivo, Uopa Nachi.

“Cuando vimos la casona, nos enamoramos. Arrancamos a remodelarla hace tres meses, la tiramos casi literalmente abajo. Adentro no tenía nada que ver con lo que se ve ahora. Este local tiene todo lo que no tenemos en el de Palermo, que es bastante chico, tiene doce canillas de cerveza y la cocina es eléctrica por lo que la carta, allí, es un poco más limitada. Acá hay un patio y una muy buena cocina”, cuenta María Belén Maestrojuan una de las dueñas de la marca, junto con su esposo Lucas Lico y sus amigos, Iván y Sofía Inchausti Guazelli.

Además, Maestrojuan asegura que Bluedog Villa Urquiza busca distinguirse del resto de los bares/cervecerías, saliendo de lo común. “En la mayoría, no se comen platos tan elaborados. Nosotros tenemos una carta que es una bomba, con mucha presencia de carne, pero que no deja de ser comida de cervecería”.

El público tiene para elegir de todo: choripanes, hamburguesas de carne de res, pinchos de carne y también opciones vegetarianas como papas rústicas con diferentes salsas. “El camembert es el plato estrella que ofrecemos en Palermo. En Urquiza, apuntamos a los pinchos de cordero y a las croquetas de morcilla, que son nuestro descubrimiento”, agrega Maestrojuan.

Lico, quien también es dueño de Grunge Brewing Company y juez internacional de cerveza, afirma que “hay una selección que supera ampliamente lo que hoy se puede ver en el mercado. En Urquiza tratamos de abrir un poco más la cantidad de cervezas que ofrecemos y trabajamos con más marcas. Agregamos una canilla de doble I.P.A. de la cervecería Strange. Una a MUR, que hace una cerveza American White de trigo con perfil americano, otra a La Paloma Brewing Company, de Mar del Plata, y otra a Astor Birra, de La Plata”. Lico recomienda la birra de Sir Hopper, una cerveza que le gusta mucho porque es bien lupulada con un fuerte sello de amargor característico. Además, hay varios tragos para quien quiera acompañar y no es cervecero.

“El barrio tiene otro público, diferente al de Palermo. Es un mix donde hay muchas más familias y gente paseando después del trabajo. En Palermo es mucho after office”, explica Lico y anticipa que “cuando los chicos ya estén aceitados, apuntamos a abrir el fin de semana al mediodía”. “Bluedog llegó para revolucionar el barrio donde hacía falta un lugar así. Queremos darle a la gente una cervecería distinta en todos los barrios en los que estemos”, concluye.

Por Agustina Fulco

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