Buenos Aires tiene muchos barrios pintorescos y sin duda alguna, San Telmo es uno de ellos. Con sus calles empedradas y sus locales gastronómicos, una típica noche fría y lluviosa de mayo se transformó en una noche más que especial. Sobre la calle Defensa, al 899, se encuentra el bar 1989 Draft Beer que cumplió su primer año con las puertas abiertas al público.
Exactamente en la intersección entre Defensa y Estados Unidos, el ambiente dentro del recinto recién comenzaba a calentarse y a partir de las 20, comenzaron a llegar los invitados al evento de aniversario. A medida que pasaron los minutos, el establecimiento comenzó a completar su capacidad, tal es así que a las 21, ya superaba las 50 personas. De a poco se fueron acomodando en mesas de a 4 o 6 comensales y empezaron a pedir cosas para cenar. La idea original del lugar era la de servir un bandejeo con pizzas primero pero, ante el pedido de los clientes, se pasó directamente a los platos principales.
Con 13 canillas, 1989 Draft Beer ofreció una amplia variedad de estilos y fabricantes. Por ejemplo, de Kürüf están disponibles una Stout, una Honey y una Golden, o de Broers una APA, una Scottish y una Porter. Las mismas pudieron acompañarse con las opciones presentadas en la carta, entre todas ellas destacando las hamburguesas y los sandwichs.
El power trío de rock The Raúl, levantó aún más la fiesta con su música, logrando que suba la temperatura en el ambiente. Más tarde, para los amigos y conocidos, llegaron los vasos especiales para celebrar el cumpleaños de 1989. Los mismos tenían una leyenda en el que celebraba el motivo del festejo y contenía la fecha del día como recordatorio.
A pesar de trabajar hace poco, una de las mozas del bar comentó que “nunca lo había visto así”. Es que, por la cantidad de gente, fue un jueves anormal. “Queremos repetir con vos la maravillosa experiencia de realizar un sueño, transitar por el mundo de la cerveza artesanal, deleitarse con platos especiales y gozar de la buena música con amigos”, es un fragmento del lema escrito en los manteles de papel. Cumplen con ello a la perfección, porque, tanto el ambiente como la bebida y la comida, generan un combo completamente irresistible, el cual debe comentarse a la hora de realizar la crónica del evento.
Así, rodeada de clientes, amigos y conocidos, 1989 cumplió el primero de sus aniversarios con el objetivo de seguir por el sendero del buen servicio y de la excelencia en los productos. La amistad y la buena onda son los otros dos componentes que completan la ecuación de la fórmula para un gran lugar, en uno de los barrios más icónicos de la ciudad de Buenos Aires.
Por Julián Padrón
