En países como República Checa, la disminución en la producción de lúpulo llega al 48,3% y al 57,5% de ácido alfa.
Según un informe del Comité de Organizaciones Profesionales Agrícolas (COPA) y la Confederación General de Cooperativas Agrícolas (Cogeca), las producciones de lúpulo y de ácido alfa (para amargor) han caído drásticamente en 2022, principalmente por las altas temperaturas, el granizo y las sequías.
Esta situación se puede evidenciar en uno de los países principales productores, Alemania, donde los rendimientos y los niveles de 2022 fueron muy inferiores a los de 2021 (-28,6% en el caso del lúpulo y -40,3 % en el de los ácidos alfa).
En el caso de República Checa, la producción de lúpulo se redujo un 48,3% y un 57,5% en los ácido alfa. La variedad Saaz fue la más perjudicada, donde el rendimiento de esta variedad ha sido el menor desde 1960. Cabe recordar que la variedad Saaz constituye el 83% del total de la superficie destinada al cultivo del lúpulo en el país.
De acuerdo a los cálculos basados en los datos y observaciones que han aportado los miembros del Copa y de la Cogeca, así como en los datos brutos del Comité Internacional del Cultivo de Lúpulo, la cosecha total de lúpulo casi alcanzó las 106 mil toneladas y la de ácido alfa superó las 11.300 toneladas, lo cual supone una disminución del 22,7 % y del 24 % respectivamente en comparación con la cosecha de 2021.
“Se calcula que, debido a los fenómenos meteorológicos adversos durante los meses de verano, la producción de lúpulos de amargor (alto contenido de ácido alfa) y de lúpulos aromáticos ha mermado un 28,2 % en comparación con 2021 (64.338 toneladas en total en la UE) y se sitúa por debajo del rendimiento medio decenal. Se vaticina también un descenso del 37,8 % en la producción de ácido alfa”, enunciaron. Además, por el aumento “exponencial” de los costos de producción y la falta de productos fitosanitarios, “los resultados de la cosecha suponen un difícil reto para la industria del lúpulo en su conjunto”.
“El descenso en el rendimiento del lúpulo y del ácido alfa pone de manifiesto los efectos cada vez mayores del cambio climático. En la actualidad, nos enfrentamos a variaciones climáticas interanuales muy marcadas. A lo largo de 2022, las intensas sequías tuvieron repercusiones muy preocupantes en el desarrollo de las plantas. De hecho, basta con fijarse en las áreas cultivadas para observar que la superficie total, 30.795 hectáreas, ha permanecido estable en los últimos años. Como consecuencia, el mercado dispondrá de un suministro limitado de lúpulo a partir de 2022. Es probable que el suministro de variedades individuales no alcance para cumplir con los contratos vigentes firmados con los productores cerveceros”, advirtió Zdenek Rosa, presidente del Grupo de Trabajo “Lúpulo” del Copa y de la Cogeca.
El informe remarca que los cerveceros suelen trabajar con contratos a largo plazo y con precios que se fijan con varios años de antelación, pero estos no tienen en cuenta hoy “el aumento vertiginoso de los costos”. Esta situación afectará “considerablemente los beneficios de los productores de lúpulo, que ya tienen serias dificultades para sobrevivir en el mercado”.
Finalmente, el escrito resalta que la propuesta de un Reglamento sobre el uso sostenible de los productos fitosanitarios (RUS) puede ocasionar que “muchos agricultores decidan dejar de cultivar”. “Si se imponen prohibiciones sin ofrecer alternativas viables, los productores de la UE se verán forzados a cerrar el negocio y habrá que sustituir la producción comunitaria por las importaciones”, cerró Rosa.